domingo, 21 de abril de 2013

"Lucy contra los límites de la voz"

YO TENÍA UN CHORRO DE VOZ



En ocasiones hay cortometrajes que destilan ese aire de cine comercial que le hacen a uno pensar que los complejos que exhiben cine deberían replantearse el pasar este tipo de trabajos antes de cualquier función en vez de atosigarnos con comerciales y avances de próximos estrenos. Claro que esto parece pedirle peras al olmo, por lo que “Lucy contra los límites de la voz” se tendrá que conformar por su paso en festivales y con el hecho de ser exhibida como parte del tour de cine francés previo a varias funciones del mismo, las cuales toman esta idea de exhibir un cortometraje antes de la función “estelar”.

La cinta de Mónica Herrera es harto simple, lo cual hace que el formato corto la vuelva más contundente. “Lucy vs los límites de la voz” toma ese concepto fantasioso que tienen los niños que se inventan explicaciones a si mismos para las cosas que no pueden comprender. Lucy (Dulce Alfaro) es una niña que vive con su gritona tía (espléndida Mónica Huarte) y su abuelo, el cual ya no puede hablar. La única explicación razonable para Lucy es que todos tenemos un número finito de palabras para pronunciar en esta cosa llamada vida, por lo que Lucy está muy preocupada de que su parlanchina tía que se la pasa gritando a la menor provocación termine pronto como el abuelo, asi que no escatima en tratar de probar si su teoría es cierta, lo cual provocará graciosos resultados.

Ese tono amable de comedia provoca que el cortometraje tenga la facilidad de conectar con un amplio sector del público. También ayuda que Mónica Huarte sea una actriz con la soltura suficiente para lanzar gritos a 400 palabras por minuto, lo cual hace que esa perspectiva infantil que toma la cámara, la música (cortesía de Natalia Lafourcade) y el guión resalten ese aire exagerado de la tía regañona. Es en cierta forma la misma exagerada visión infantil/adolescente de el cortometraje “Cosas Feas” de Isaac Ezban, pero esta vez puesta en reversa, ya que en vez de tener ese gusto por lo grotesco aquí estamos en un tono completamente opuesto, aquí la inocencia de Lucy es lo que le da el tono apto para toda la familia.

La vertiginosa edición, la amable música y la narración, la cual no es sino la manera en que Lucy ve al mundo provocan que este cortometraje pese a que su factura no deje de ser sencilla tenga bastante encanto. Mónica Herrera consigue lo que se propone con suma eficiencia, adentrarnos en el mundo de Lucy y preguntarnos que otras aventuras se encontrarán dentro de su cabeza, después de todo, la cinta comienza con ella tratando de probar unas alas antigravedad, casi como el Miguelito de “Barrio de Campeones” intentaba ser Supermán. Caray, estos chamacos mexicanos y su imaginación.

Antojito mexicano: Unas pastillas de dulce para la garganta para que no se le vaya la voz. Que conste que este blog no está patrocinado pero como la onda es comercial, le recomiendo unas Halls.


Lucy vs los límites de la voz” está nominada al Ariel 2013 a Mejor cortometraje de Ficción.



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