domingo, 21 de abril de 2013

"Lucy contra los límites de la voz"

YO TENÍA UN CHORRO DE VOZ



En ocasiones hay cortometrajes que destilan ese aire de cine comercial que le hacen a uno pensar que los complejos que exhiben cine deberían replantearse el pasar este tipo de trabajos antes de cualquier función en vez de atosigarnos con comerciales y avances de próximos estrenos. Claro que esto parece pedirle peras al olmo, por lo que “Lucy contra los límites de la voz” se tendrá que conformar por su paso en festivales y con el hecho de ser exhibida como parte del tour de cine francés previo a varias funciones del mismo, las cuales toman esta idea de exhibir un cortometraje antes de la función “estelar”.

La cinta de Mónica Herrera es harto simple, lo cual hace que el formato corto la vuelva más contundente. “Lucy vs los límites de la voz” toma ese concepto fantasioso que tienen los niños que se inventan explicaciones a si mismos para las cosas que no pueden comprender. Lucy (Dulce Alfaro) es una niña que vive con su gritona tía (espléndida Mónica Huarte) y su abuelo, el cual ya no puede hablar. La única explicación razonable para Lucy es que todos tenemos un número finito de palabras para pronunciar en esta cosa llamada vida, por lo que Lucy está muy preocupada de que su parlanchina tía que se la pasa gritando a la menor provocación termine pronto como el abuelo, asi que no escatima en tratar de probar si su teoría es cierta, lo cual provocará graciosos resultados.

Ese tono amable de comedia provoca que el cortometraje tenga la facilidad de conectar con un amplio sector del público. También ayuda que Mónica Huarte sea una actriz con la soltura suficiente para lanzar gritos a 400 palabras por minuto, lo cual hace que esa perspectiva infantil que toma la cámara, la música (cortesía de Natalia Lafourcade) y el guión resalten ese aire exagerado de la tía regañona. Es en cierta forma la misma exagerada visión infantil/adolescente de el cortometraje “Cosas Feas” de Isaac Ezban, pero esta vez puesta en reversa, ya que en vez de tener ese gusto por lo grotesco aquí estamos en un tono completamente opuesto, aquí la inocencia de Lucy es lo que le da el tono apto para toda la familia.

La vertiginosa edición, la amable música y la narración, la cual no es sino la manera en que Lucy ve al mundo provocan que este cortometraje pese a que su factura no deje de ser sencilla tenga bastante encanto. Mónica Herrera consigue lo que se propone con suma eficiencia, adentrarnos en el mundo de Lucy y preguntarnos que otras aventuras se encontrarán dentro de su cabeza, después de todo, la cinta comienza con ella tratando de probar unas alas antigravedad, casi como el Miguelito de “Barrio de Campeones” intentaba ser Supermán. Caray, estos chamacos mexicanos y su imaginación.

Antojito mexicano: Unas pastillas de dulce para la garganta para que no se le vaya la voz. Que conste que este blog no está patrocinado pero como la onda es comercial, le recomiendo unas Halls.


Lucy vs los límites de la voz” está nominada al Ariel 2013 a Mejor cortometraje de Ficción.



domingo, 14 de abril de 2013

"Atenco, la herida se mantiene abierta"

FRENTE DE PUEBLOS EN DEFENSA DE LA TIERRA



El cortometraje documental “La herida se mantiene abierta”inicia durante los diálogos por la paz que ocurrieran en el Castillo de Chapultepec durante mayo de 2012, donde Trinidad Ramírez reclama airadamente al entonces candidato presidencial, ahora Presidente de México Enrique Peña Nieto, su accionar durante los sucesos de mayo de 2006, cuando el gobierno del Estado de México ordenó un operativo para detener a los manifestantes que habían cerrado el acceso en la carretera México-Texcoco.

Pasamos luego a una entrevista con la propia Trinidad Ramírez, quien nos da una breve recapitulación de los sucesos mientras observamos en pantalla lo que ocurría justamente allá por el 2001, cuando el gobierno de Vicente Fox en aras de crear un aeropuerto y un corredor industrial, expropió la tierra de San Salvador Atenco. El documental en ese rubro se limita a dar un breve resumen de 16 minutos de la lucha del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra por quedarse con sus tierras. Bajo ese accionar no tenemos algo novedoso o que nos aporte un panorama distinto, el documental es lo que es, ni más ni menos, un resumen que sirve para dar contexto a aquel despistado o a aquel joven que no haya sabido con mucha precisión que fue lo que ocurrió en Atenco.

En términos cinematográficos la edición es magistral, nos da lo que se tiene que saber, nos deja clara la postura del director quien apoya la lucha del Frente de Pueblos y al mismo tiempo señala la incompetencia de ciertos medios de comunicación cuando estos exigían a la policía reprender a los manifestantes con mayor énfasis siendo que ahora el discurso oficial de los medios es que el gobierno actuó con exceso de violencia.

El director Alberto Cortés ha mostrado desde siempre una predilección por esta temática sobre los pueblos, ya sea en la ficción como ocurriera en la más reciente “Corazón del tiempo” que hablaba sobre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional o en el documental como pasaba en la ya lejana “La tierra de los tepehuas” donde se relataba la lucha de un pueblo veracruzano por trabajar sus tierras. Si bien el tema no sorprende en su cine, el cortometraje resulta bastante puntual y pertinente. 

Uno podría pensar que este tipo de luchas solamente ocurren en México, pero basta ver obras documentales como “Todos en Larzac” (Tous au Larzac) para ver que en todos lados se cuecen habas, hasta en Francia. Claro que el formato corto aquí ayuda a hacer más apacible la lucha, pues en aquel documental francés la edición resultaba un tanto incomprensible, a pesar de mostrar lo mismo: la lucha de un pueblo contra el gobierno que busca expropiar la tierra en su propio beneficio, una lucha que parece resultará eterna, por más que uno sienta que lo más duro ya haya pasado.


Antojito mexicano:  En la orilla del agua, una pequeña canasta de tortillas de nixtamal que parecen sobrevivir ante cualquier peligro en la canasta básica.

La herida se mantiene abierta” está nominada al Ariel 2013 a Mejor Cortometraje Documental.



martes, 9 de abril de 2013

Para su consideración en el Ariel

 RUGBY



Teníamos planeado subir los 33 textos de las cintas aspirantes al Ariel para antes del día viernes, pero la Academia decidió adelantar las nominaciones para el día miércoles 10 de abril y parecería una insensatez subir los 21 textos faltantes de un jalón, pues además de que algunos están a medio terminar, uno siente que este blog aún no cosecha tantos lectores como para lanzar textos a diestra y siniestra que quizás no le hagan justicia a sus cintas respectivas.

Ante este dilema de publicar antes de la fecha de las nominaciones en detrimiento de la calidad de los textos que necesitan revisión y de que uno quiere darle espacio y tiempo a cada texto en vez de mandarlo a la guerra del olvido, parece mejor idea poner un post sobre las posibilidades de las aspirantes al Ariel y los textos irán saliendo a lo largo del mes.

1. "180°": Si hubiera Nuevas Ternas del Ariel, seguro el Cabrito Arellano entraría en la categoría de “Peor cameo de futbolista en una película nacional” junto al Jorge Campos de “7 Años de Matrimonio”, al Oswaldo Sánchez de “Espíritu de Triunfo”, el Luis García de "Me late chocolate" y al Diego Forlán de "El sueño de Iván". Como seguramente esa categoría se la ganaría Jorge Campos mejor apúntela como posible nominada a Mejor Música y descártela para todo lo demás.






2. "Abolición de la propiedad": Tomando en cuenta el premio a mejor guión en Guadalajara, Jesús Magaña podría apuntarse como candidato junto a Aislinn Derbez cuyo entusiasmo es notable lo cual la hace candidata a mejor actriz. Si usted le pregunta a un servidor la cinta no debería tener posibilidad alguna frente a las otras de la competencia pero bueno, ahí están sus puntos más fuertes, además de que Edna Herrera y Gabriel Mariño también podrían rascar alguna nominación a mejor edición tomando en cuenta la estructura del relato.



3. "Adiós Mundo Cruel": El uniforme reparto da pie a varias nominaciones a coactuación masculina, aunque Justo Martínez lleva la mano en ese departamento. Y tomando en cuenta que hay cierta tendencia en el cine actual por el cine del desempleo y la presencia de nombres como Vicente Leñero y Felipe Cazals en el guión no hay que descartarla tampoco en ese apartado.



4. "Años Después": Ninguna, al menos que usted sea optimista y considere el premio a mejor largometraje estudiantil (ópera prima) en el Big Island Festival hawaiano y quiera colocarla en ese rubro. Y si de plano uno quiere ser muy dadivoso Celso Bugallo en coactuación masculina y el diseño de arte podrían ser considerables pues son lo único que funciona, aunque uno es negativo pues hay bastante mejor competencia en ambos rubros entre las posibles nominadas.



5. "Aquí entre nos": Si bien el cuadro actoral es destacable, ninguno brilla en demasía como para considerar alguna nominación, pero apúntela como ligera candidata a Mejor Ópera Prima. Y eso no luce muy descabellado tomando en cuenta que se trata de una de las cintas mexicanas más taquilleras del año, aunque la Academia mexicana no suela tomar demasiado en cuenta esto.


6. "Cartas a Elena": Los fans de Chabelo ni se me emocionen que aunque el actor esté muy bien tampoco es para nominación, pero se la cataflixiamos por una muy posible nominación a efectos visuales. Y si usted no me la acepta la puede canjear por la catafixia número dos o la número tres, una de las cuales contiene una ostentosa nominación a mejor fotografía y música, pero usted también se arriesga a que le salga una nominación a mejor canción original para Hugo Mejía-Borja, cuyo tema “Cartas a Elena” está bien bonito pues es una especie de Lifehouse para niños, pero como sabemos que en el Ariel ya no suele haber nominaciones a canción original para efectos del jurado esto no sería mas que una espantosa equis.



7. “Chalán”: La factura televisiva podría no ser del agrado de la Academia, pero anote a Noé Hernández como Actor y a Juan Carlos Remolina en Coactuación Masculina como posibles sorpresas. La edición y el maquillaje también tienen posibilidades. La música compuesta por Pascual Reyes tendría más chance si tuviera una presencia más constante.



8. "Colosio: El Asesinato": A pesar de que en opinión de un servidor “Colosio” va a la cola de cada una de sus posibles nominaciones, bien pudiera ser la cinta que tiene posibilidades de colarse en bastantes categorías, las cuales se amplian si consideramos que se trata del taquillazo nacional del año, asi que no la descarte como Mejor película, director, guión, edición,diseño de arte, efectos visuales, efectos especiales y por supuesto su carta fuerte: Daniel Giménez Cacho en Mejor coactuación masculina por su interpretación de Joseph-Marie Cordoba, o que diga, “el doctor”.



9. "Cristiada": ¿Alguien imagina un universo donde el gran Peter O'Toole que jamás se ha llevado un Óscar se lleve un Ariel?. Yo tampoco, pero en este mundo bizarro no descarte a Andy García como mejor actor, quien hace que la película funcione. Añada a los odiosos chamacos Mauricio Kuri y Adrián Alonso en coactuación masculina a quienes también les debemos que "Cristiada" resulte de menos entretenida y funcional. Y sí aunque los actores tengan pocas posibilidades en este ingrato mundo se recompensa al creyente, "Cristiada" goza de un desperdicio de producción digno de mejor fotografía, música, sonido, diseño de arte, maquillaje, efectos especiales y efectos visuales. Y sí, no leyó mal, dije que "Cristiada" y Adrián Alonso pueden ser nominadas al Ariel.

10. "Después de Lucía":
La enviada al Óscar y al Goya parte como favorita, aunque la voluble Academia parezca cambiar la tendencia hacia Post Tenebras Lux, la cinta de Michel Franco está practicamente asegurada como Mejor Película, Director, Guión y Edición. La verdadera pregunta es ver si le alcanza para tener Mejor Actriz, Fotografía y Sonido donde las demás si le hacen bullying.



11. "El Cielo en tu Mirada": La cinta podría haber sido el taquillazo del año, pero no lo fue. Ciertamente no le fue nada mal y es lo mejor del cine comercial nacional por lo que no la descarte como Mejor Película, aunque sus posibilidades reales estén más en el departamento de óperas primas. El señor Jaime Camil y la señorita Natalia Lafourcade guardan ciertas esperanzas en coactuación masculina y femenina respectivamente. A la edición, a los efectos especiales y a los efectos visuales no hay que descartarlos. Y si alguien se anima a revivir el departamento de canción original podría llevarse más de una nominación, pero eso ya es hacerse muchas ilusiones.

12. "El Fantástico Mundo de Juan Orol":
De este lado está la cinta comercial más aclamada por la crítica siendo llamada "El Artista" mexicano por aquello del homenaje al cine mudo. Roberto Sosa es la carta fuerte a mejor actor, las chicas aparicio Gabriela de la Garza y Ximena Gonzalez-Rubio son contendientes a coactuación femenina y el diseño artístico prácticamente tiene amarrada su nominación. Habrá que ver si a la biopic del rey del churro le alcanza para otra cosa como maquillaje, sonido, vestuario, efectos especiales y efectos visuales. Nada mal para una cinta menor.

13. "El lenguaje de los machetes":
Mejor actriz para Jessy Bulbo y  Mejor Actor para Andrés Almeida y párele de contar. Dirá que qué grosero, qué majadero soy. Y tiene razón, el aclamo que ha recibido le da serias posibilidades a mejor guión y ópera prima también, muy a pesar de un servidor que considera que esta urbanistoria es pura atmósfera decadente.



14. "El Premio": Ganó los dos festivales más importantes del país, lo cual la pone como la tercera en discordia para el título de Mejor Película, es casi la segura ganadora a Mejor Ópera Prima. Añádale Mejor Dirección, Mejor Actriz con el impresionante debut de Paula Galinelli Hertzog, Laura Agorreca como coactuación femenina, Mejor Fotografía, Mejor Edición, Guión y Sonido. El Premio es casi candidata segura a prácticamente todos los premios importantes, el caballo negro de la competencia. Y si le vuelven a cambiar el final, sería una locura que también se llevara el Ariel. Y si no se lo cambian, también.



15. "El Sueños de Lú": Otra de esas cintas con exceso de aclamación, lo cual la pone como posible candidata a Mejor Película. En un año de grandes actrices, Úrsula Pruneda no es ni de lejos la mejor, pero sería torpe no apuntarla también tras los múltiples aclamos. Hari Sama tampoco parece zafarse del cliché, pero no obstante es candidato a Mejor Director. El sentimental guión y la estructura como de música en movimiento también la hacen candidata a edición. No me agrada mucho, pero sería torpe de mi parte negarle al sueño de lú alcanzar al cachalote de los premios importantes, se ve difícil frente a las tres elecciones obvias, pero es una de las cintas mexicanas más aclamadas del año, pese a que a un servidor le haya parecido la más decepcionante por ello mismo.

16. "Entre la noche y el día":
Será una cinta menor, pero es una que funciona gracias por su uso de alguien que no es actor. Y si, el señor Francisco Cruz puede que no sea actor profesional, pero aún así brinda una de las mejores actuaciones del año, apúntelo como Mejor Actor.



17. "Flor de Fango": Que Odiseo Bichir luzca como la reencarnación sin personalidad de Pedro Armendáriz padre en esta cinta no es un mérito menor, por lo que la apuesta seria sería él como Mejor Actor. De haber sido mejor tratada este rocambolesco thriller con onda erótica que pareciera sacado de los años 30 habría tenido oportunidad a Mejor Película, Mejor Director, Ópera Prima, Guión, Edición y Música. Y de no ser porque la categoría a Mejor Actriz es la más competida y la de mayor calidad de este año Claudia Zepeda también habría podido aspirar a algo, quizás si alguien se anima a darle vida de nuevo a la categoría de actriz revelación, no pierda la esperanza.



18. “La castración”: La hermana mayor de “Un mundo secreto” está llena de pequeños grandes aciertos. De no ser porque el consenso rige a casi todas las Academias del mundo y pareciera que todo está entre dos películas, el debut de Ivan Löwenberg habría de aspirar también a casi todas las nominaciones importantes: Mejor Película, Director, Guión, Edición y Ópera Prima. Sus posibilidades reales están en sus dos estupendas actrices quienes debieran estar sin falta entre las nominadas: la imposiblemente seria Victoria Santaella y la casi segura ganadora del Ariel a mejor coactuación femenina, la deslumbrante Keyla Wood.



19. “La demora”: Mientras que “No” y “La Sirga” decidieron entrarle a la competencia a película extranjera o iberoamericana, la cinta que Uruguay mandara a competir por el Óscar este año decidió aprovechar las ventajas de ser co-producción y apostarle a todas las canicas. No parece mala decisión, el Ariel a Mejor Actor para Carlos Vallarino debería estar cantado, Roxana Blanco es otra de las grandes actrices del año y el uruguayo Rodrigo Plá se consagra como uno de los mejores directores del cine mexicano, aunque esto sea cine uruguayo. Es de lo mejor en competencia, asi que no la descarte como: Mejor Película, Director, Actriz, Actor, Guión, Fotografía y Sonido. Aún así, uno teme que se repita el ninguneo como en Guadalajara.



20. “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”: No es una mala cinta, aunque resulta una cinta mediana. De cualquier forma será interesante ver como influye que sea producida por pesos pesados, sus múltiples nominaciones a los Premios Canacine y que sea dirigida por Luis Mandoki. Sería ingenuo descartarla a Mejor Película, Director, Actor, Actriz, Guión, Fotografía, Edición, Sonido, Diseño de Arte, Vestuario, Maquillaje y Efectos Especiales, aunque quizás sea aún más ingenuo nominarla.



21. “Las paredes hablan”: Producción, producción, producción. Apúntel al Cloud Atlas de petatiux a Mejor fotografía, Sonido, Efectos visuales, Efectos especiales, Diseño de arte, Maquillaje, Música y Vestuario. Esto es para su consideración, ya que salvo mejor vestuario difícilmente consiga algo, pero la esperanza muere al último, en una de esas un servidor está muy errado y hasta el sobreactuado Mario Zaragoza consigue algo como mejor coactuación masculina, después de todo se trata de el gran Mario Zaragoza.



22. “Los mejores temas”: La simpática cinta de Nicolás Pereda es un ejercicio bastante menor que se desbarata cuando sustituye a uno de sus protagonistas, pero no decarte a los eternos Gabino Rodríguez y Teresa Ruiz como mejor actor y mejor actriz respectivamente o a Luisa Pardo y a Francisco Barreiro en coactuación femenina y masculia respectivamente también, después de todo ellos aprenden una letanía de canciones que repiten incesantemente, como reflejo de la incesante repetición en que ha caído el director.



23. “Los últimos cristeros”: Si la Academia mexicana siguiera los pasos de la gringa la flamante ganadora en FICUNAM y en el Riviera Maya Film Festival tendría que llenar la cuota como lo hacen las cintas ganadoras en Sundance en el Óscar. Nada más por eso anótela como Mejor Película y Mejor Director. Pero siendo menos ilusos donde hay posibilidades serias es en guión, fotografía, sonido, diseño de arte, vestuario y maquillaje.

24. “Luna Escondida”: Las telenovelas en el cine son más de la onda Globos de Oro, premios Canacine y derivados, pero la verdad sea dicha, este compulsivo melodrama está bastante bien armado si uno gusta de ello. Aún así se ve difícil que Ana Serradilla alcance algo como Mejor Actriz. Posibilidades tiene, junto al vestuario, el maquillaje y los efectos visuales, aunque pareciera que su carta fuerte es la música, aunque ya no tengamos esa categoría de mejor canción original.  Y uno que tenía tantas ganas de ver a Il Volo en la ceremonia.

25. “Morelos”: No perdamos el tiempo, anótela como vestuario y maquillaje, si bien le va.

26. “Morgana”: Tomando en cuenta que el año pasado Irán Castillo se coló a las nominaciones por la infame "Victorio", todo es posible en el Ariel. Aunque si usted pertenece al Team Irán ni se emocione que aquí si alguien tiene alguna posibilidad es Alejandra Adame en Mejor Coactuación Femenina cuya lujuriosa actitud es lo único digno de elogio. Y si uno logra ser más objetivo la cinta también podría conseguir algo en el rubro de maquillaje, mejores efectos especiales y mejores efectos visuales. Digo, si "Las buenas hierbas" pudo llevarse el Ariel hace dos años en efectos visuales, cualquier cosa es posible.

27. “Nos vemos, papá”: La eterna Cecilia Suárez tiene la ventaja, además de ser una gran actriz, de pertenecer al grupo de los sospechosos de siempre. Imposible no anotarla como mejor actriz aunque este año tenga competencia monumental. Este trabajo también tuviera alguna oportunidad como Mejor Guión y Ópera Prima.

28. “Ocean Blues”: La cinta mexicana más subversiva y propositiva del año tuvo la desventaja de estrenarse en el momento incorrecto, cuando el circuito cultural de la ciudad comenzaba a dividirse gracias al cierre de la Cineteca. Su subversión no la hace candidata a este tipo de premios, aunque en un mundo ideal, el Ocean Blues tendía que estar sí o sí en casi todos los departamentos: Mejor Película, Mejor Ópera Prima, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Guión, Fotografía, Edición, Música, Sonido, Diseño de Arte, Maquillaje y Efectos Visuales. No estamos en un mundo ideal, por lo que ni siquiera Isabel Piquer tiene asegurada la nominación, con todo y que entrega la actuación/performance más deslumbrante en un año de extraordinarias actrices.

29. “Paraísos Artificiales”: Yulene Olaizola entrega su segunda película con posibilidades de Ariel. Habrá que ver si la Academia la trata igual de bien. Con todo y su modestia y que es un cambio radical de tono con respecto a su Ópera prima y dado que su tercera película se encamina por el mismo tipo de cine es difícil saber. Aún así no hay que descartarla a varios premios: Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Actor, Fotografía y Edición. Será un cine radical, pero con una forma que denota escuela.

30. “Post Tenebras Lux”: Si mantiene el paso, la cinta que fuera vilipendiada en Cannes para luego robarse el premio a Mejor Director se llevará hartos premios. A estas alturas uno ya no sabe que tan justo o tan injusto resulte esto. En sus momentos de debilidad, la Academia aprovechó para mandar a “Después de Lucía” al Óscar y al Goya en su lugar. Pero esto es la Academia de cine en México, un lugar lleno de incongruencia donde Reygadas ahora es el que lleva la mano. Este Reygadas en modalidad aleatoria es el rival a vencer a Mejor Director. Y también tiene posibilidades de nominación en casi todos los rubros: Película, Actriz, Actor, Coactuación femenina, coactuación masculina, Guión, Fotografía, Diseño de arte, Efectos Especiales, Efectos Visuales, Edición y Sonido. Con doce posibles nominaciones, si las consigue, tiene todo para lograr vencer a “Después de Lucía” en el segundo round, aunque no deje ser una incongruencia.

31. “Suave Patria”: Pese a lo que uno pudiera pensar, esta cinta poco menos que mediocre no fue tan mala como uno hubiera esperado. Aunque eso tampoco hace las cosas muy alentadoras, habrá que ver como trata la Academia al uotrora niño pródigo de Mario Iván Martínez y a la Rey Midas de la taquilla mexicana, la simpática Karla Souza. No guarde muchas esperanzas, pero si esta cosa tiene posibilidades es en los rubros de coactuación masculina y femenina respectivamente.

32. “Travesía del Desierto”: De las cintas nacionales que me parecieron valiosas de 2012, “Travesía del deiserto” debe ser la que más insultos recibió. Es entendible, se trata de un neo-cabrito western desbocado que no sabe meter el freno. Su carta fuerte es Mónica Dione, quien esta en el mismo desbordado tono de la cinta y que podría robarle la estatuilla a Kenya Wood en eso de la coactuación femenina, después de todo es un peso pesado que regresa en excelente forma. Sonido, Maquillaje, Efectos Especiales y Visuales tiene alguna posibilidad. Y Claudia la Gatta podría entrar en la desaparecida categoría de actriz revelación, pese a que quizás la mayoría no comparta mi entusiasmo.

33. “Un mundo secreto”: La dirección de Mariño hace del lugar común algo poco común. No se le puede descartar a Mejor Director aunque sus posibilidades reales estén más cercanas en los departamentos de Fotografía, Actriz y Ópera Prima. Y no hay que descartarla como Mejor Película, después de todo estamos ante una de las grandes cintas mexicanas del año y lleva la delantera en aclamación con respecto a “La Castración”, pese a que “Un mundo secreto” sea su hermana menor.

LAS OCHO NO VISTAS (Léase aquí pura especulación):

34. “Depositarios”: El cine de género, en este caso de ciencia ficción casi siempre podría entrarle a guión, efectos especiales, efectos visuales y maquillaje, aunque por lo leído a la cinta de Rodrigo Ordoñez le sobra ambición y le falta presupuesto. Y sin producción es difícil destacar en esos rubros. Pero no me juzgue, un servidor no ha podido ver Depositarios, le advertí que de estas ocho todo son meras especulaciones.

35.“El Eco del miedo”: El cine de género, ahora para el terror. Luce como una “Morgana” con calidad, casas embrujadas, sustos y muñecas diabólicas. Anótela a mejor maquillaje, efectos especiales y efectos visuales. Pero insisto en que en esta sección de las ocho todo son meras apariciones.

36. “Hecho en China”: ¿Podría dobletear Odiseo Bichir con una nominación a Mejor Actor en dos películas distintas?. ¿Qué tal un Ariel póstumo a Carlos Cobos que también aplicaría el doblete con coactuación masculina luego de su triunfo en “Pastorela”?. O algún premio a mejor edición y mejor guión en lo que parece ser una revoltosa comedia, seguimos especulando.

37. “La cama”: Una de las cintas más maltratadas en Guadalajara, del outrora salvador del cine comercial mexicano de los noventas “Cilantro y Perejil” y de la divertida pero no por ello menos infamemente arcaica “Un tigre en la cama” de tiempos más recientes. Por los comentarios recibidos no le veo alguna posibilidad en el Ariel, pero presiento que al igual que la del tigre me sentiré avergonzado por disfrutarla

38. “Las lágrimas”: El diamante en bruto que podrá verse en el 33 Foro de la Cineteca y comentado por algunas personas en FICUNAM en general ha recibido buenos elogios, aunque dicen que peca de convencionalismos. Eso dicen, la verdad es que hasta no ver no creer, pero total, apúntela como Mejor Ópera Prima, a fin que aquí uno nada más le hace al cuento y habla de chismes de por ahí.

39. “Los amorosos”: El director de “Cilanto y Perejil” no se conforma con una y tiene a dos aspirantes al Ariel. Esta misteriosa película de la que no sabemos casi nada luce al menos en el papel como algo mucho más interesante, una especie de cinta inspirada por los escritos de Jaime Sabines en clave de road movie por el corazón chiapaneco. Suena como a que podría cocinarse un buen guión, pero aquí nada más estamos jugando al triste juego del amor a la especulación.

40. “Mi universo en minúsculas”: Una española en el D.F. recibió una cálida recepción en Morelia, con buenos comentarios para la forma de retratar chilangolandia y algún otro elogio para Diana Bracho. Ponga entonces con mayúsculas los departamentos de Fotografía y Coactuación femenina.

41. “Todo el mundo tiene a alguien menos yo”: La cinta que compitiera en Guadalajara e inaugurara el Festival Mix tiene excelentes comentarios de aquellos seres conocidos como la juventud. Sus protagonistas han cosechado elogios hasta de sus detractores y el estandarte del CUEC parece ser llevado con sumo orgullo. Apúntela como Mejor Película, Director, Actriz, Coactuación Femenina, Guión, Fotografía, Edición y por supuesto: Ópera Prima. Total que aquí nada más estamos adivinando y ya es hora de irse.

domingo, 7 de abril de 2013

"Cartas a Elena"

MITÓMANOS SOMOS



Cartas a Elena” es una de esas cintas fallidas que además resulta bastante extraña en su tono. En principio, la cinta pareciera que toma ese aire de película infantil con un chico abandonado que se enamorará de otra chica a la cual no la dejan salir de su rancho. Pero como la misma cinta anuncia incesantemente: todo se trata de una mentira.

Ubicada en Cooper Canyon, Chihuahua, la película es un retrato del México rural que debería ser más dura en su tono y mucho menos cálida con sus personajes pues cuenta una temática similar al documental “Los que se quedan” de Juan Carlos Rulfo pero tiene un escabroso tema de escapismo. La historia que es harto cruel es contada con un tono de cine familiar que resulta incompatible con lo que se está narrando. A diferencia de “Los que se quedan” donde la calidez es un acierto, aquí hay momentos en que se nos niega todo sentimiento de empatía hacia lo que sucede pues los eventos trágicos son contados con la misma sensibilidad optimista que raya en lo cursi.

Si uno piensa en “Cinema Paradiso”, el tono cursi para que funcione no debe negarnos la crudeza de los momentos trágicos, sino acentuarlos para que uno pueda sentir lo que están sufriendo los personajes, como un contraste entre el optimismo con que uno quiere ver las cosas y la crueldad de la vida. En “Cartas a Elena” hay un momento en que un personaje importante muere y el tono cursi persiste tan lamentablemente en la escena que a uno le dan ganas de reír en vez de llorar ante la incredulidad de como se narra lo que sucede.

La historia es bastante interesante, o más bien, debiera resultar bastante interesante de no ser por la torpe narración. Emilio es un niño cuya familia lo ha abandonado para ir a buscar fortuna a Denver, por lo que es encargado al cartero local. Emilio está consternado por ello, pero al mismo tiempo lo ve como algo natural pues en este pueblo lleno de viejos analfabetas los jóvenes se van a buscar fortuna a los Estados Unidos dejando en el pueblo a niños y viejos a los cuales sulen mandarles dinero y postales relatando como se encuentran en el país de las barras y las estrellas.

Bajo este contexto Emilio termina siendo el aprendiz del cartero, que además de cartero funge como lector de cartas pues casi todos son analfabetas. En general todos aprecian a Emilio y al cartero, excepto un viejo malhumorado que odia a Emilio sin razón aparente. Cuando este viejo malhumorado recibe la visita de su nieta, quien viene de Estados Unidos, Emilio queda enamorado de la chica, lo cual hace que el viejo ahora si tenga una razón para odiar al chamaco Emilio. Hasta este momento pareciera que la película será una cinta de corte romántico infantil y vemos a Emilio tratar de comunicarse con la guapa chica que no habla ni una pizca de español, lo cual conduce a escenas graciosas de spanglish donde el cálido tono optimista resulta más o menos funcional.

Sin embargo la cinta muta rápidamente en algo más interesante. Cierto día Emilio, cansado de leer las malas noticias que suelen llegarle a los viejos del pueblo a manera de epístolas, decide empezar a contarles historias optimistas fabricadas por él mismo. En vez de contar los pleitos familiares y las dificultades de vivir del otro lado, Emilio empieza a contar historias de éxito donde se cuenta como los familiares de los viejos están teniendo fortuna en Denver y como todo va viento en popa. Con este toque de inocencia uno debería angustiarse al ver que las cosas no pueden tener un final feliz: ¿qué pasará cuando los viejos se enteren de que todo lo que les cuenta Emilio es mentira?.

Dramáticamente la cinta tiene el guión en el lugar correcto, pero la forma en que el debutante Barajas-Llorent nos niega toda posibilidad de tragedia va mermando lo sustancioso de la trama. Si bien la realización goza de una bella fotografía, música que está generalmente acorde con lo que acontece e incluso hasta con el uso de efectos visuales con sobres volando sobre el impresionante paisaje, esto parece demeritar más aún el trabajo de la narración, pues teniendo los recursos de una buena producción pareciera desperdiciarse una oportunidad de tener una cinta que debiera haber sido de lo más redondo que haya habido en el cine nacional protagonizado por niños. Por supuesto que no lo es, pero la historia daba para ello.

José Eduardo es quizás el peor actor infantil que haya dado el cine nacional desde Adrián Alonso, de quien ya comentaremos su mejoría en la actuación cuando llegue el turno de revisar “Cristiada” en este espacio. José Eduardo en realidad no actua por lo que nada más habla con los personajes sin ningún tipo de entonación que haga recalcar las diferencias entre cuando le habla a la gringa de sus sueños y a su malhumorado abuelo. Si por lo menos tuvieramos un protagonista igual de dicharachero que aquel del “Chico que miente” todo hubiera podido ser más llevadero. Pero cargarle la mano al protagonista infantil sería injusto, el reparto de grandes estrellas de antaño que lo acompañan parecen aún peores, la flota de viejos del pueblo parecieran genéricos intercambiables sin ninguna personalidad definida, salvo que usted cuente a Carmen Salinas que interpreta por enésima ocasión a un personaje estilo Carmen Salinas o el viejo malhumorado que sólo se diferencia de los demás por ello. El único que se salva y logra inyectarle algún dejo de personalidad a su interpretación es Roberto Sosa padre quien por lo menos sabe darle a su personaje matices de tristeza y alegría.

Este desfile de viejos genéricos hace aún más lamentable el desfile de estrellas: Evangelina Sosa, Irma Dorantes, Lorena Velázquez, Ana Luisa Peluffo, Elsa Cárdenas, Sara Montes, Jaime Jiménez Pons, etc. Si acaso el único notable además de Sosa sea Javier López Chabelo, quien funge como el barman de la cantina del pueblo y cuya participación es pequeña pero refrescante en un mar de malas actuaciones. La niña Gatilla quien interpreta a la gringa Elena del título realmente tampoco tiene mucho que ofrecer, pero al menos tiene el pretexto de interpretar a un personaje que no conoce el idioma, asi que en su caso cierta torpeza está justificada.

Al igual que en “Años después”, nuevamente el optimismo ha terminado haciendo presa al relato debido a la falta de pericia de un director debutante. Y claro, el guión pudiera provocar cierto debate sobre como reaccionan los personajes. Si cintas de este año lograron levantar cierto debate por tratar de seres racionales que para enfrentar la trágica realidad tienen que convertirse en un concepto irracional, “Cartas a Elena” logra que uno se cuestione la validez del mensaje sobre que tan bueno es mentirse a uno mismo para hacer más llevadera la miserable vida.

Esto desde luego no es un problema sino que es más bien un gran acierto. Cuando estos cuestionamientos vengan acompañados de una dirección perspicaz y talentosa entonces si podremos tener una gran película, una como la de aquella cinta que se llevara el Óscar a mejor director este año, por ejemplo.

Antojito mexicano: Es una deliciosa cecina como esas de Delicias, Chihuahua. Nah, no se crea que le estoy mintiendo, uno que es pura lengua mechada.

Posibilidades de Ariel: Los fans de Chabelo ni se me emocionen que aunque el actor esté muy bien tampoco es para nominación, pero se la cataflixiamos por una muy posible nominación a efectos visuales. Y si usted no me la acepta la puede canjear por la catafixia número dos o la número tres, una de las cuales contiene una ostentosa nominación a mejor fotografía y música, pero usted también se arriesga a que le salga una nominación a mejor canción original para Hugo Mejía-Borja, cuyo tema “Cartas a Elena” está bien bonito pues es una especie de Lifehouse para niños, pero como sabemos que en el Ariel ya no suele haber nominaciones a canción original para efectos del jurado esto no sería mas que una espantosa equis.

"Chalán"

VÁYANSE POR LOS CHESCOS


Si en “Somos lo que hay”, Jorge Michel Grau ya daba inclinaciones por el melodrama con actuaciones que gozaban de un aire televisivo, en “Chalán” confirma estas sospechas y observamos una película televisiva coproducida por el IMCINE y Canal 22 que además de contar con el formato de una hora apto para la caja idiota, usa a sus actores como en aquellas series del 5, del canal 11 o del 28, muy en sintonía con el melodrama televisivo mexicano que bebe de los formatos estadounidenses.

Es casi inevitable que el cine mexicano desenboque en el melodrama, pero algo que caracteriza a Michel Grau y que observamos en “Chalán” es cierto aire fársico en las actuaciones. Juan Carlos Remolina como el diputado Aldape es el típico jefe déspota que pareciera salido de una caricatura. Ari Brickman, quien interpreta a otro diputado es como el diablo disfrazado de ángel, aquí como un licenciado igualmente caricaturizado. Luego están los guaruras quienes también tienen el estereotipo a todo lo que da, en especial Marco Antonio Argueta cuya prepotencia y agresividad suelen ser asociadas con estos personajes. Antonio Zúñiga como el otro guarura luce más mesurado, aunque su caracterización y el tono de su voz también hagan que cumpla con el efecto caricaturesco.

Si alguien desentona, naturalmente, es el chalán del título, interpretado notablemente por Noé Hernández, quien es un actor de drama atrapado en una farsa. El chalán, a diferencia de todos los otros personajes es un tipo común del cuál abusan todos debido a ser considerado como un ser inferior. Este corre ve y dile tiene que aguantarle a su jefe todas las humillaciones, hacerle los mandados a los guaruras, arriesgarse por el patrón y sufrir estoico sendas golpizas. Humilde pero a mucha honra, este malhumorado chalán tendrá que probar hasta ver hasta que punto puede llegar su devoción por el jefe o de plano decir basta ante tal abuso de poder.

Si bien la factura es casi completamente televisiva, la cinta no deja de tener bastantes cosas notables. La escena entre los diputados pasa de ser un duelo de ping pong a una muestra de poder, pues uno de los diputados se despacha al otro haciéndole ver su suerte para que apruebe cierta enmienda educativa para seguir teniendo niños gordos que puedan comprar sus refrescos en la escuela. No es un detalle menor tomando en cuenta que en el “Lincoln” de Spielberg hay una escena exactamente igual entre dos congresistas, donde uno se despacha al otro para que vote a favor de cierta enmienda para abolir la esclavitud. Es cierto que no es lo mismo tener a un actor del calibre de Tommy Lee Jones que a uno eficiente como Juan Carlos Remolina o una producción de Steven Spielberg que una televisiva, pero la única diferencia entre el desarrollo de la escena pareciera ser que mientras en “Lincoln” la corrupción es idealista, en “Chalán” la corrupción nada más busca los intereses personales. Vaya, las diferencias radican más en ese valor de producción, pero el concepto de la escena es extraordinario.

Existe también una gran secuencia animada con los diputados involucionando en una especie de gusanos parásitos frente al congreso que resulta inesperadamente valiente por como tergiversa el uso de algunos símbolos patrios. Las interacciones entre Alan (el chalán) y los guaruras gozan de una jocosa animosidad. Y el diputado es igualmente despota con los guaruras por lo que entendemos que pese a las diferencias, el Alans pueda tener cierta empatía o camaradería con cierto guarura incluso tras un ríspido momento. Jorge Michel Grau es un tipo que sabe como manejar el relato y tiene el beneficio de un formato corto, excelentes actores y una edición que hace que la cinta no se sienta como viñetas separadas, sino como un relato corto sobre el oprimido que no estará dispuesto a aguantar más los abusos del patrón.

El anuncio como la primera película mexicana con streaming gratuito por internet luce entusiasta pero no completamente cierto tomando en cuenta que "Revolución" gozó de estreno gratuito en la red y también en televisón abierta, pero es bueno saber que el cine en el caso de "Chalán" busque aprovechar nuevos formatos de exhibición. Si bien existen trabajos recientes con más valores cinematográficos sobre el trabajor abusado por el patrón como “A Primera Hora” (De bon matin), o bien otros más simpáticos como “Quiero matar a mi jefe” (Horrible Bosses), “Chalán” es una cinta que funciona demasiado bien en su formato debido a su eficiencia en todos los rubros. Desde el inicio se plantea como una especie de versión del suceso del señor de las ligas, pero con un protagonista que funge como héroe de la clase trabajadora. Un señor de las ligas para el deleite del proletariado.

Antojito mexicano: No lo sé, pero en lo que lo pienso usted puede mandar a su chalán por unas tortas.

Posibilidades de Ariel: La factura televisiva podría no ser del agrado de la Academia, pero anote a Noé Hernández como Actor y a Juan Carlos Remolina en Coactuación Masculina como posibles sorpresas. La edición y el maquillaje también tienen posibilidades. La música compuesta por Pascual Reyes tendría más chance si tuviera una presencia más constante.



"Años después"

EL ABUELO Y YO

“Años después”, el debut en ficción de Laura Gárdos Velo, es una de las cintas más endebles que haya dado el cine nacional el año pasado. La cinta desperdicia casi cualquier oportunidad de relevancia debido a la falta de pericia de prácticamente todos los involucrados. En realidad la historia es una buena idea pésimamente ejecutada, la película habla de un anciano gallego que peleó hace muchos años con su hija, la cual deció autoexiliarse a México para nunca más hablar con su padre. Años después gracias a la magia de internet, un joven adulto de 35 años llamado Andrés se entera que tiene un abuelo, al que nunca conoció pues su madre le había contado que éste había muerto.

Este entramado narrativo pareciera que tiene todos los ingredientes para un suculento platillo: el conflicto padre-hija, el surgimiento de una relación entre la vecina del abuelo y el nieto que intuimos tendrá un desenlace romántico pero existe el conflicto de que uno de los dos está comprometido, una estructura dramática que va del presente al pasado para contarnos lo que sucedió años atrás para averiguar la razón del pleito al tiempo que vemos su posible solución en el presente cuando el nieto decide ir a visitar al abuelo perdido a España, lo cual a su vez causa un conflicto con la rencorosa madre autoexiliada.

Bastaría una dirección más competente para hacer de “Años Después” una cinta funcional pero el principal problema viene a partir de la tibia dirección, que toma decisiones que parecen escamotearnos todo dejo de interés pues acentuán en demasía lo que va a suceder. Por ejemplo, ese recalco que se hace entre la vecina y Andrés nos hace intuir romance, pero Laura Gardós en vez de complicarlo con el hecho de que Andrés está comprometido, parece más interesada en hacer las cosas obvias por lo cual no parece haber un conflicto, sabemos cuál es la decisión que va a tomar Andrés practicamente desde el inicio. La dirección de actores también es lamentable, la directora termina filmando varias escenas con los personajes cambiando arbitrariamente de humor durante la misma escena, en un momento están enojados y al otro parecen los seres más optimistas, no porque sean personajes complejos sino porque pareciera que los actores no están entendiendo a su personaje o la escena misma.

El guión pese a tener una premisa interesante, se nota que tiene una falta de trabajo en detalles que resultan importantes. Por ejemplo, los personajes en ciertos momentos terminan contradiciéndose a sus acciones casi de la misma forma en que contradicen su estado de ánimo. La hija exiliada interpretada por Angélica María, por ejemplo, que se ha mantenido alejada de su padre por años debido a que lo culpa por lo que sucedió en el pasado cuando el abuelo trabajaba para el gobierno franquista, está definida por el guión como una mujer rencorosa que se niega a hablar con su padre debido a esto. Sin embargo, más adelante pareciera que no tiene tanto inconveniente en ser más tolerante con otro personaje al cual no tendría razón alguna para no guardarle rencor. Pareciera que Laura Gárdos, quien funge como directora-guionista, está más interesada en darnos soluciones rápidas sin importar que estas traicionen a sus personajes.

El concepto de reconciliación familiar no está mal, pero la ejecución carece de rigor. Observe por ejemplo una cinta como “La llave de Sarah” (Elle s'appelait Sarah) que goza de una estructura dramática similar que viaja del presente al pasado, en este caso del holocausto tras la redada perpetrada por los propios franceses para encerrar a judíos en el velodromo al tiempo actual donde una periodista hurga en el pasado familiar tras un reportaje sobre la redada. En ella existe ese mismo espíritu de reconciliación sin traicionar el humor de los personajes, por ello cuando el conflicto tiene que acentuarse las cosas se vuelven bastante duras, sin importar que el espíritu sea optimista. Incluso al final los personajes son congruentes con lo que hemos visto por lo que si bien deciden cosas que no sean tan agradables, esa congruencia hace a los personajes interesantes.

En “Años Después” el tono optimista corta con la congruencia de los personajes, principalmente de uno que es rencoroso y otro que es malhumorado. En vez de una transición vemos como cambian arbitrariamente porque Laura Gárdos carece de la confianza que exigía el libreto para acentuar los conflictos y en vez de dorarnos la píldora, relatar con crudeza cuando había que hacerlo y dejar que los personajes fueran contrarrestando esos sentimientos de odio hacia uno de perdón. Debido a esto la cinta avanza sin ningún conflicto aparente ya que nos recalcan siempre con prontitud como van a terminar las cosas.

Y luego están los actores, de los cuales el único rescatable es Celso Bugallo quien está mas o menos bien como viejito refunfuñón. Los demás o bien exageran, gritan o mantienen el mismo tono plano, ya sea por falta de talento o de un arco dramático mejor narrado que les permitiera brindar más emociones. Los que interpretan los hechos del pasado de plano pareciera que están usados como parte de la decoración y nada más hacen avanzar la historia para que nos enteremos de porque el pleito entre la hija y el abuelo. En ese rubro la decoración o el diseño de arte del pasado bien pudiera ser lo mejor de la cinta. Las calles se sienten como de una España vieja donde los ciudadanos lucen atemorizados por el gobierno.

Laura Gárdos tendrá que trabajar mucho para pulir su arte, sin duda que tiene buenas ideas pero una cinta así requiere de una técnica mucho más depurada o al menos de un poco de técnica. Por lo pronto, nos quedamos con una cinta de reconciliación familiar que pertenece a lo más flojo del cine mexicano del 2012.

Antojito mexicano: Un lomo de puerco agridulce, pero uno en donde como no se entendió la receta quedó demasiado dulce.

Posibilidades de Ariel: Ninguna, al menos que usted sea optimista y considere el premio a mejor largometraje estudiantil (ópera prima) en el Big Island Festival hawaiano y quiera colocarla en ese rubro. Y si de plano uno quiere ser muy dadivoso Celso Bugallo en coactuación masculina y el diseño de arte podrían ser considerables pues son lo único que funciona, aunque uno es negativo pues hay bastante mejor competencia en ambos rubros entre las posibles nominadas.

miércoles, 3 de abril de 2013

"Rewind"

EL FINAL NO ES MAS QUE UN NUEVO COMIENZO

La intrigante ciencia-ficción no es común en el cine nacional. "Rewind" es un ejercicio sobre la memoria en múltiples sentidos, pues comienza con una vieja televisión y una videocasetera mostrándonos una película de ciencia ficción donde la tragedia estalla y naves espaciales tienen que evacuar algún planeta. Luego de un choque nos damos cuenta que lo que observamos es una futurística proyección  de la caja negra de la nave que acaba de estrellarse con otro planeta, la cual fue activada por una chica que acaba de observar como ocurrió este accidente. Lo que observamos es pues, una película que proyecta lo que sucedió. En este universo, los recuerdos no son memorias comunes, son cintas de video que se reproducen en el corazón de las personas. 

La chica al observar al tipo que está a punto de expirar tras el accidente decide sacarse el corazón en modalidad BETA y proyectarlo en el corazón de su futuro difunto amado, como si vieramos a este tipo en su lecho de muerte proyectando sus recuerdos en video. El ejercicio de la memoria entonces es proyectado nuevamente como si vieramos pasar toda la vida frente a nuestros ojos una y otra vez. "Rewind" toma el concepto de que antes de morir, observamos toda nuestra vida, pero transforma el concepto en algo que se va erosionando. La memoria se desgasta como una cinta de video y cada vez que tratamos de recordar la misma historia, los mismos sucesos, uno encuentra que estos pierden nitidez, las palabras van perdiendo su sentido, pero el sentimiento permanece intacto.

El hombre-máquina del futuro no puede evitar al pasado, por eso el sol es como un disco de L.P., los robots que filman nuestras vidas son como viejas cámaras Polaroid y el lugar donde se encuentra nuestro corazón es como un Classic Simon, aquel juego infantil electrónico donde uno tenía que ejercitar la memoria a través de colores y sonidos, sin importar que uno recuerde mal en cada nuevo intento. Y a fin de cuentas eso es "Rewind", un juego infantil, pero uno que nos hace apreciar el bello valor de los recuerdos que escapan ante nuestros brazos . Retro-cine modernizado en menos de ocho minutos.

Antojito mexicano: Un Gerber de durazno etapa 3, para que recuerde su vida desde la tierna infancia.

Posibilidades de Ariel: Mejor cortometraje de animación

lunes, 1 de abril de 2013

"Adiós Mundo Cruel"

 LA CULPA ES DE LOS CHINOS

Dentro del cine comercial mexicano es extraño encontrar obras que intenten conectar con el espectador, a pesar de que la definición de cine comercial le haría pensar a uno que los cineastas tendrían que buscar llegar a un público amplio. A veces pareciera que bastara con que hubiera más directores que mostraran cierta competencia al dirigir cintas de género para que el cine mexicano pudiera volverse a considerarse como una industria productiva.



"Adiós Mundo Cruel" es un caso raro de ese cine que intenta conectar con un amplio sector del público a través de su buen humor y descabelladas situaciones. Se nota como una obra diseñada para hacer reír al espectador sin que eso signifique que sacrifique a sus personajes en aras del entretenimiento. Los personajes toman el control de la historia, o más bien son los que descontrolan la historia, pues en cierta forma "Adiós Mundo Cruel" es una de esas comedias desmadrosas como las muchas que hacía Germán Valdés Tin Tan, pero sin las ventajas de tener a Tin Tan, quien podía sostener por si mismo cintas completamente olvidables.



La cinta habla de un recien desempleado al que le hacen preguntas imposibles en sus entrevistas de trabajo sobre cuantos jitomates caben en un cuarto. Ante este tipo de circunstancias este sujeto con mala suerte luce destinado al fracaso hasta que cierto día un ladrón aún más inepto que él intenta estafarlo y el asaltado en cuestión termina con la cartera del susodicho caco. El sentido de la decencia del protagonista está a la par de su ineptitud por lo que decide devolver la cartera al maloso en cuestión tomando la dirección que aparece en cierta identificación por lo que termina apareciendo ante los ojos de una banda de ladrones como un hábil carterista.



Chamba es chamba dirían por ahí, por lo que el protagonista supuestamente experto en las artes del robo, termina formando parte de esta por igual inepta banda de ladrones de poca monta que también están destinados al fracaso para deleite del respetable, quien se divierte con inverosímiles situaciones de robo que van desde una fiesta de niños con cacos payasos que celebran robos aunque sea de una rebanada de pastel hasta la obra maestra que consiste en un intento de robo a un león de zoológico, aunque esta banda de mensos esté más interesada en chupar en la cantina con las “acompañantes”.



Este tipo de descabelladas situaciones termina funcionando gracias al conjunto de actores, donde todos hacen bien su chamba de lucir como tipos que no hacen bien su chamba y a un buen manejo de los chistes como aquel del submundo telenovelero que goza de cierta malsana crueldad. Si bien las leperadas abundan, el filme goza de una honesta sensibilidad que hace que la trama igual se dispare entre lo cursi y lo mala leche. El reparto aquí destaca más en conjunto que en lo individual, lo cual aplica a la perfección a la banda de ladrones encabezada por un descarado Justo Martínez al que acompañan el bonachón José Montini, el cara de malandrín Carlos Aragón, la ruda Sandra Sánchez y la ama de casa lista que se junta con tontos Lourdes Villareal, a los cuales se les une el protagonista: el cara de menso Juan Carlos Vives. Esta uniforme masa actoral es lo que hace que esta película sin Tin Tan tenga bastante vitalidad, con todo y que los personajes no sea mas que un grupo de haraganes buenos para nada.



Es cierto que el cine del desempleo ofrece tramas bastante similares en lo descabellado y mucho más logradas en la forma, piense en “Sonata de Tokyo” (Tôkyô Sonata) que empezaba de igual forma que “Adiós Mundo Cruel” con padre de familia buscando empleo y con algún caco malandrín que descomponía la película para deformar su estructura dramática lo cual hacía el drama un ejercicio delirante. O aquellas ligeras comedias del desempleo con marginados unidos por su fracaso como sucedía en “Levantarse ocho veces” (8 fois debout). “Adios Mundo Cruel” goza de una premisa similar aderezada con estrambótica ejecución que si bien es parejamente dispareja, eso le da un toque sabroso que adereza a la perfección ese humor relajiento que no se toma en serio pese a que tiene corazón y encanto. Es como aquella tira cómica de Nacidos para perder trasladada al cabulero mundo del asaltante chilango. 



Antojito mexicano: Unas palomitas, pero de esas que venden en los circos.



Posibilidades de Ariel: El uniforme reparto da pie a varias nominaciones a coactuación masculina, aunque Justo Martínez lleva la mano en ese departamento. Y tomando en cuenta que hay cierta tendencia en el cine actual por el cine del desempleo y la presencia de nombres como Vicente Leñero y Felipe Cazals en el guión no hay que descartarla tampoco en ese apartado.