lunes, 25 de marzo de 2013

"Morgana"

ESTA NO ES MI IDEA DE DIVERSIÓN


Resulta bastante complicado escribir sobre cintas  como “Morgana”, películas que poseen una cuestionable calidad que hacen que uno incluso se pregunte si vale la pena que gozen de un estreno pues difícilmente uno encuentra forma de que haya un público ávido de ver dicho tipo de películas, con todo y que es claro que “Morgana” lleva amplia ventaja en publicidad y que el cine de terror tiene un público cautivo siempre fiel. Aunque no me crea mucho, "Morgana" logró colarse al Top 9 del cine nacional de 2012, así que es claro de la película encontró a su público, aunque uno se pregunta si dicho público habrá salido molesto de la sala como un servidor o divertido ante el humor involuntario que profesa la cinta como la mayoría de los adolescentes con los que me tocó ver la cinta.

La Morgana del título es una chica que sigue un tratamiento psiquiátrico gracias a sus recurrentes pesadillas, las cuales comienzan a acentuarse al punto de que la pobre mujer está segura que se sienten completamente reales.  Su novio, su tía y su prima, amiga u lo que sea la tachan de loca y le piden que se deje de babosadas. Del otro lado del extremo su psiquiatra no está segura que sea la mejor idea recetarle drogas y el metiche jardinero aparenta saber mucho aunque por alguna extraña razón no diga nada. Lo que si sabemos es que Morgana siempre termina ahogada en sus pesadillas.

“Morgana” es una película que pone  a prueba la paciencia de los paladines del cine mexicano:  ¿por qué el jardinero si sabe tanto no dice nada desde un comienzo?, ¿por qué el director nos insinua constantemente que la tía sabe más de lo que aparenta si le iba a dar una resolución tan torpe al personaje?, ¿como para qué hay una escena de  la amiga sexosa en la ducha donde se evita el desnudo gratuito si la escena de cualquier forma resulta gratuita?, ¿por qué el novio de Morgana es tan incomprensivo si se supone que compartían experiencias de niños en esa casa donde cuentan que asustan?, y finalmente, ¿por qué uno debería continuar defendiendo la noble causa del cine mexicano con un producto de tan pobre calidad?.

Conectada en trama por la también aburrida, menos graciosa y harto taquillera “La dama de negro” (The woman in black), tenemos a una protagonista que se encuentra en un pueblo donde se cuentan leyendas sobre una casa donde hay una mujer que espanta.  Por supuesto  que con todo y que “La dama de negro” no es una cinta lograda, supera abismalmente a “Morgana” en producción y dirección, sin mencionar que sus personajes son mucho más congruentes: ahí los habitantes tienen una razón válida para no querer hablar, pues resulta demasiado peligroso.

En “Morgana” la única justificación para los personajes parece ser esperar torpemente al final de la película dizque para crear suspenso. Los personajes están en función del guión cuando debería ser todo lo contrario, lo cual hace todo francamente incompetente. En vez de darnos información sobre el misterio o establecer el conflicto de la trama con mayor claridad, todo el inicio resulta nebuloso con información que se presenta como importante, pero que al final resulta irrelevante.  Se supone que hay una muñeca que asusta, aunque dudo que eso termine siendo importante es una de las conclusiones que uno se lleva a casa.

Hay incluso escenas enteras que desperdician la tensión lograda por la incongruencia del personaje fantasmagórico y la torpe edición,  como cuando un auto se detiene en medio de la nada como por arte de magia haciéndonos creer que algo muy malo está por suceder, aunque desde luego que tampoco sucede nada interesante porque ni el guión ni el director saben como darle una resolución a la escena. Uno también se cuestiona como para qué el fantasma tiene que realizar una llamada telefónica si de cualquier forma va a escabecharse a su víctima de una forma tan arbitraria, hasta en eso el fantasma de “La dama de negro” mostraba consistencia hasta el final.

Los actores tampoco ayudan a la causa, Siouzana Melikián domina la inexpresión a niveles sólo alcanzados por Kristen Stewart, Lilia Aragón es como una mala villana de telenovela que además resulta torpemente mojigata como para representar una seria amenaza ante la falta de pericia con la que se nos muestra la verdadera cara del personaje, Luis Felipe Tovar luce como un adorno decorativo de curiosa caracterización con grandes barbas y poca higiene, mientras que Eugenio Becker es el insípido galán televisivo que reza sus diálogos como le venga en gana.

Si alguien le añade un poco de dignidad al asunto es Alejandra Adame, quien destila sexualidad con un personaje de ambigua moral y hormona alborotada en cada escena en la que aparece.  Claro, dirá usted que es una actuación que aprovecha la belleza de la actriz, pero incluso cuando el guión traiciona al personaje y nos lo cambia por una frágil chica asustada, la actriz hace un esfuerzo por matizar el cambio y hacerlo creíble, por lo cual uno sonríe brevemente cuando pasamos de la chica cínica a la niña consentida arrepentida.  Además es el único personaje cuyas intenciones quedan claras desde el principio:  ella quiere cogerse al novio de Morgana a como dé lugar.

Hablando de belleza en “Morgana” también aparece Irán Castillo, quien añade otra mala cinta de terror a su currículum por segundo año consecutivo tras el estreno de “Viernes de Ánimas”,  la cual por cierto era más insípida que “Morgana” si es que sirve de consuelo para los fans de la actriz. Luis Felipe Tovar añade también otra mala cinta de terror pero el tiene más prisa y el las dos las estrenó el mismo año una tras otra, aunque siendo justos Luis Felipe era de las pocas cosas buenas de “El quinto mandamiento”, esa si una cinta con más cosas rescatables y que ofrecía un mayor entretenimiento  que lo que brinda “Morgana”.

Ni la música de Madame Recamier quien aparece con “Don’t You Wanna” y “Mira Mira” ofrece consistencia pues cuando aparece en los créditos finales rompe el humor del final, aunque le da buena vibra como música de antro.  Pareciera que en “Morgana” cada que se proponen crear algo interesante se arrepintieran y decidieran irse por cosas más obvias. Fuera del profesionalismo de Alejandra Adame y de uno que otro susto proporcionado por la irrelevante muñeca, no hay cosas rescatables.

Si uno no se toma muy en serio su trabajo de paladín del cine mexicano uno podría reír de lo que sucede en pantalla, pero si uno se lo toma en serio hay que ir preparado para la frustración. De los paladines del cine de horror y de los de Irán Castillo no estoy tan seguro, pero deberían sentirse igualmente avergonzados, después de todo los tres compartimos el dolor de una noble causa.

Antojito mexicano: Pues sabe a hígado encebollado, pero en definitiva no nutre igual, asi que vaya usted a saber.

Posibilidades de Ariel: Tomando en cuenta que el año pasado Irán Castillo se coló a las nominaciones por la infame "Victorio", todo es posible en el Ariel. Aunque si usted pertenece al Team Irán ni se emocione que aquí si alguien tiene alguna posibilidad es Alejandra Adame en Mejor Coactuación Femenina cuya lujuriosa actitud es lo único digno de elogio.

Y si uno logra ser más objetivo la cinta también podría conseguir algo en el rubro de maquillaje, mejores efectos especiales y mejores efectos visuales. Digo, si "Las buenas hierbas" pudo llevarse el Ariel hace dos años en efectos visuales, cualquier cosa es posible.

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