ESTA NO ES MI IDEA DE DIVERSIÓN
Resulta bastante complicado escribir sobre cintas como “Morgana”, películas que poseen una
cuestionable calidad que hacen que uno incluso se pregunte si vale la pena que gozen de un estreno pues difícilmente uno encuentra forma de que haya un
público ávido de ver dicho tipo de películas, con todo y que es claro que
“Morgana” lleva amplia ventaja en publicidad y que el cine de terror
tiene un público cautivo siempre fiel. Aunque no me crea mucho, "Morgana" logró colarse al Top 9 del cine nacional de 2012, así que es claro de la película encontró a su público, aunque uno se pregunta si dicho público habrá salido molesto de la sala como un servidor o divertido ante el humor involuntario que profesa la cinta como la mayoría de los adolescentes con los que me tocó ver la cinta.
La Morgana del título es una chica que sigue
un tratamiento psiquiátrico gracias a sus recurrentes pesadillas, las
cuales comienzan a acentuarse al punto de que la pobre mujer está segura
que se sienten completamente reales. Su novio, su tía y su
prima, amiga u lo que sea la tachan de loca y le piden que se deje de
babosadas. Del otro lado del extremo su psiquiatra no está segura que
sea la mejor idea recetarle drogas y el metiche jardinero aparenta saber
mucho aunque por alguna extraña razón no diga nada. Lo que si sabemos
es que Morgana siempre termina ahogada en sus pesadillas.
“Morgana” es una película que pone a prueba
la paciencia de los paladines del cine mexicano: ¿por qué el jardinero
si sabe tanto no dice nada desde un comienzo?, ¿por qué el director nos
insinua constantemente que la tía sabe más de lo que aparenta si le iba
a dar una resolución tan torpe al personaje?, ¿como para qué hay una
escena de la amiga sexosa en la ducha donde se evita el desnudo
gratuito si la escena de cualquier forma resulta gratuita?, ¿por qué el
novio de Morgana es tan incomprensivo si se supone que compartían
experiencias de niños en esa casa donde cuentan que asustan?, y
finalmente, ¿por qué uno debería continuar defendiendo la noble causa
del cine mexicano con un producto de tan pobre calidad?.
Conectada en trama por la también aburrida, menos graciosa y harto taquillera “La dama de negro” (The woman in black), tenemos a una
protagonista que se encuentra en un pueblo donde se cuentan leyendas
sobre una casa donde hay una mujer que espanta. Por supuesto que con
todo y que “La dama de negro” no es una cinta lograda, supera
abismalmente a “Morgana” en producción y dirección, sin mencionar que
sus personajes son mucho más congruentes: ahí los habitantes tienen una
razón válida para no querer hablar, pues resulta demasiado peligroso.
En “Morgana” la única justificación para los
personajes parece ser esperar torpemente al final de la película dizque
para crear suspenso. Los personajes están en función del guión cuando
debería ser todo lo contrario, lo cual hace todo francamente
incompetente. En vez de darnos información sobre el misterio o
establecer el conflicto de la trama con mayor claridad, todo el inicio
resulta nebuloso con información que se presenta como importante, pero
que al final resulta irrelevante. Se supone que hay una muñeca que
asusta, aunque dudo que eso termine siendo importante es una de las
conclusiones que uno se lleva a casa.
Hay incluso escenas enteras que desperdician
la tensión lograda por la incongruencia del personaje
fantasmagórico y la torpe edición, como cuando un auto se detiene en
medio de la nada como por arte de magia haciéndonos creer que algo muy
malo está por suceder, aunque desde luego que tampoco sucede nada
interesante porque ni el guión ni el director saben como darle una
resolución a la escena. Uno también se cuestiona como para qué el
fantasma tiene que realizar una llamada telefónica si de cualquier forma
va a escabecharse a su víctima de una forma tan arbitraria, hasta en
eso el fantasma de “La dama de negro” mostraba consistencia hasta el
final.
Los actores tampoco ayudan a la causa,
Siouzana Melikián domina la inexpresión a niveles sólo alcanzados por
Kristen Stewart, Lilia Aragón es como una mala villana de telenovela que
además resulta torpemente mojigata como para representar una seria
amenaza ante la falta de pericia con la que se nos muestra la verdadera
cara del personaje, Luis Felipe Tovar luce como un adorno decorativo de
curiosa caracterización con grandes barbas y poca higiene, mientras que
Eugenio Becker es el insípido galán televisivo que reza sus diálogos
como le venga en gana.
Si alguien le añade un poco de dignidad al
asunto es Alejandra Adame, quien destila sexualidad con un personaje de
ambigua moral y hormona alborotada en cada escena en la que aparece.
Claro, dirá usted que es una actuación que aprovecha la belleza de la
actriz, pero incluso cuando el guión traiciona al personaje y nos lo
cambia por una frágil chica asustada, la actriz hace un esfuerzo por
matizar el cambio y hacerlo creíble, por lo cual uno sonríe brevemente
cuando pasamos de la chica cínica a la niña consentida arrepentida.
Además es el único personaje cuyas intenciones quedan claras desde el
principio: ella quiere cogerse al novio de Morgana a como dé lugar.
Hablando de belleza en “Morgana” también
aparece Irán Castillo, quien añade otra mala cinta de terror a su
currículum por segundo año consecutivo tras el estreno de “Viernes de
Ánimas”, la cual por cierto era más insípida que “Morgana” si es que
sirve de consuelo para los fans de la actriz. Luis Felipe Tovar añade
también otra mala cinta de terror pero el tiene más prisa y el las dos
las estrenó el mismo año una tras otra, aunque siendo justos Luis Felipe era de las pocas cosas
buenas de “El quinto mandamiento”, esa si una cinta con más cosas
rescatables y que ofrecía un mayor entretenimiento que lo que brinda
“Morgana”.
Ni la música de Madame Recamier quien
aparece con “Don’t You Wanna” y “Mira Mira” ofrece consistencia pues
cuando aparece en los créditos finales rompe el humor del final, aunque
le da buena vibra como música de antro. Pareciera que en “Morgana” cada
que se proponen crear algo interesante se arrepintieran y decidieran
irse por cosas más obvias. Fuera del profesionalismo de Alejandra Adame y
de uno que otro susto proporcionado por la irrelevante muñeca, no hay
cosas rescatables.
Si uno no se toma muy en serio su trabajo de
paladín del cine mexicano uno podría reír de lo que sucede en pantalla,
pero si uno se lo toma en serio hay que ir preparado para la
frustración. De los paladines del cine de horror y de los de Irán
Castillo no estoy tan seguro, pero deberían sentirse igualmente
avergonzados, después de todo los tres compartimos el dolor de una noble causa.
Antojito mexicano: Pues sabe a hígado encebollado, pero en definitiva no nutre igual, asi que vaya usted a saber.
Posibilidades de Ariel: Tomando en cuenta que el año pasado Irán Castillo se coló a las nominaciones por la infame "Victorio", todo es posible en el Ariel. Aunque si usted pertenece al Team Irán ni se emocione que aquí si alguien tiene alguna posibilidad es Alejandra Adame en Mejor Coactuación Femenina cuya lujuriosa actitud es lo único digno de elogio.
Y si uno logra ser más objetivo la cinta también podría conseguir algo en el rubro de maquillaje, mejores efectos especiales y mejores efectos visuales. Digo, si "Las buenas hierbas" pudo llevarse el Ariel hace dos años en efectos visuales, cualquier cosa es posible.
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