domingo, 24 de marzo de 2013

"Aquí entre nos"

BAJO EL MISMO TECHO



Las vicisitudes de un matrimonio no lucen como ninguna novedad en el cine mexicano comercial. Si bien fueron puestas de moda nuevamente en los noventas con proyectos como “Cilantro y Perejil” o “Sexo Pudor y Légrimas”, uno sigue encontrando este tipo de aproximaciones con trabajos recientes como “7 años de matrimonio”, “Labios Rojos” o en el caso en cuestion: “Aquí entre nos”.

Si bien “Aquí entre nos” se enfoca en la relación entre el arquitecto Rodolfo Guerra y su esposa, le añade a la fórmula de matrimonio en problemas a tres hijas buena onda convirtiendo a la cinta en un producto mucho más familiar, de no ser porque habrá algún desnudo que pueda hacer a la cinta no apta para toda la familia. La familia Guerra le hace honor a su nombre y parece estar siempre en conflicto. Cierto día en el que el padre de familia decide no ir a trabajar nada más porque le dió flojera, éste se va dando cuenta de que no sabe nada de su familia: su esposa lo trata mal, su hija mayor tiene un novio mayor, la hija de en medio mete al novio a la casa a escondidas y la hija pequeña es la única que le muestra afecto desmedido.

Estas viñetas familiares parecieran algo desarticuladas aunque la cinta logra más o menos encontrar un equilibrio, por lo que aunque por momentos ciertos personajes desaparezcan o saltemos de una escena a otra, los personajes siempre dan una breve explicación sobre como llegaron a esa escena o de que fue lo que sucedió. En ese sentido la película no goza de un desarrollo armonioso, pero bajo la superficie de una comedia de enredos eso termina por importar poco pues lo importante es pasar de una escena graciosa a la otra encontrando balance entre los personajes, los cuales gozan de buenas actuaciones.

Jesús Ochoa como el señor Guerra logra darle ese equilibrio a su personaje entre tipo malhumorado pero carismático que lo mismo puede darle un cumplido a su mujer durante una cena y al minuto siguiente lanzarle un insulto con gracia para deleite de toda la familia, excepto de la esposa. Carmen Beato por su parte como la señora Guerra luce muy divertida en su papel, sin tomarse las cosas muy en serio se la pasa insultando a su marido a la menor provocación. Diana García le inyecta a su papel esa dulzura y mal humor similar al de su padre (observe como se usa “Piel Canela” en versión de Los Panchos y luego en versión de Natalia Lafourcade para reflejar esa similitud), Giovana Fuentes luce como la hermana guapa de Belinda dándole a su personaje un carácter aterrizado por más que el meter a su novio al sótano parezca indicar lo contrario y la pequeña Camila Risser es usada como la simpática pequeña que no deja de admirar a su papá con una alegre actuación.

Si los actores hacen un buen trabajo, la casa donde se desarrolla la mayor parte de la trama adquiere importancia y la directora pareciera tratarla como un personaje más. Desde el inicio vemos una especie de video donde vemos como la familia Guerra llegó a la casa 17 años atrás y en varios momentos la casa forma parte del conflicto, ya sea porque se quiere vender, por esas malditas goteras que aquejan durante las lluvias, porque la hija mete al novio al sótano o porque el señor Guerra tiene que meterse a escondidas o por alguna remodelación, el espacio en que viven los personajes adquiere importancia, como para establecer ese mensaje familiar de no hay lugar como el hogar.

Sin grandes aspiraciones, “Aquí entre nos” resulta una funcional comedia que entiende que su sentido es buscar el entretenimiento del espectador y sin embargo, tiene momentos de delicadeza, de hilaridad y cierta vulgaridad. Si bien el desarollo de la trama por momentos no es tan equilibrado, la directora Patricia Martínez de Velasco logra encontrar el equilibrio en los distintos tonos de humor sacándole provecho a sus actores. Ese toque femenino se muestra en ciertas conversaciones entre madre e hijas sobre sexualidad y hoteles, con madre e hija arreglándose frente al malhumorado papá o en el viejo novio que le trae regalos a las mujeres de la casa pero no al suegro. Es cierto que no tiene el encanto de obras recientes como “Nosotros los Nobles”, pero aún así resulta un agradable producto de cine comercial que aspira a entretener y lo consigue. Aquí entre nos uno podría ser más exigente, pero esta cinta funciona bien.

Antojito mexicano: Un helado cremoso bastante disfrutable.

Posibilidades de Ariel: Si bien el cuadro actoral es destacable, ninguno brilla en demasía como para considerar alguna nominación, pero apúntela como ligera candidata a Mejor Ópera Prima.

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