martes, 26 de marzo de 2013

"Colosio: El Asesinato"

TODOS LO MATARON PERO NADIE SE HIZO RESPONSABLE


Existe un lema en México que profesa que el público está harto de historias de narcos, violencia, corrupción, desnudos gratuitos y cosas poco alentadoras. El taquillazo nacional de 2012 demuestra en cierta forma que ese lema que predican los usuales detractores del cine nacional es una completa mentira. “Colosio: El Asesinato” es una cinta que posee todos esos ingredientes antes mencionados y aún así logró capturar la atención del público mexicano gracias a su temática que ciertamente es de interés nacional a través de un cuestionamiento popular: “¿Quién mató a Colosio”.

Ubicada en el género de thriller político-policial, es cierto que la cinta de Carlos Bolado no goza de la articulación que debiera tener una buena película de suspenso, sin embargo cambia esa aproximación en aras de expresarse como una especie de archivo cinematográfico de teorías de la conspiración donde se juega con las múltiples conjeturas que rodearon el caso del asesinato: que si el asesino solitario, que si un ajuste de cuentas del narcotráfico, que si los múltiples Aburtos, etc. El vehículo para desarrollar la historia es un comando especial liderado por el personaje de José María Yazpik, a quien es encargado dirigir una investigación paralela a la oficial. En vez de desarrollar el caso o de que descubramos con intriga mediante vueltas de tuerca en la trama, el guión tira dardos al aire sobre los posibles sospechosos.

En primera instancia eso da un poco al traste con la propuesta de género, sin embargo si uno mira por encima de la superficie, Bolado toma varias decisiones valientes: la violencia es bastante gráfica, el aire de tensión entre políticos tiene toda la saña en el lugar correcto y no hay condescendencia alguna. La cinta toma tres vertientes narrativas: la de la investigación oficial que se enfoca en los políticos que mueven los hilos del país, la de la investigación paralela que da pie a las diferentes hipótesis del caso y la del sicario que anda borrando los cabos sueltos. Bolado desperdicia la oportunidad de armar las tres vertientes con uniformidad y la cinta toma un aire fragmentado. Este tipo de visión fragmentada provoca que algunas secciones parezcan como si fueran parte de un documental donde se recrean las escenas y faltara algún narrador o testimonio relatando alguna posible teoría del caso. Incluso desperdicia a ciertos personajes, como el interpretado por Kate del Castillo quien en algún momento parece que fungirá como la voz del pueblo y se pierde en una subtrama de búsqueda de embarazo. El guión termina justificando esta subtrama, pero la ejecución de Bolado hace que se sienta como tiempo desperdiciado que podría haber sido mejor aprovechado desarrollando las tres vertientes narrativas y uniéndolas con una mayor profundidad.

A pesar de que en el reparto hay actores bastante reconocidos ninguno explota sus facultades, con excepción de un genialmente perverso Daniel Giménez Cacho como “el doctor”. Si Giménez Cacho roba cámara la cinta no se decide a mencionar a estos personajes por su nombre por razones más o menos entendibles. Y con todo y que se desperdicie un buen reparto, que el guión no hile de manera armoniosa las vertientes narrativas y que las cosas parezcan un archivo de escenas policiales dignas para un documental recreado hay que reconocer que la película sobrevive a sus defectos pues la edición la dota de un ritmo ágil donde se respira intranquilidad.

En alguna escena de antro suena la canción “What is love?” de Haddaway, vemos a un grupo de bailarinas de table dance mientras el coro repite suplicante “Baby don't hurt me”. Mientras el coro indica “no me lastimes” vemos a un sicario aproximarse al baño y disparar sin piedad a un sujeto que cae. El sicario recoge el casquillo del arma y huye de la escena con total impunidad. Bolado en dicha escena retrata mucho de la ironía del asesinato de Colosio, donde sonaba la Banda Machos con “La culebra”. La música advierte lo que acontece y aunque aquí no es que toditos asustados comencemos a gritar, esos sonidos de bajo ciertamente advierten esa desazón que causa la incertidumbre de encontrarse en un país cuya corrupción es tal que es imposible encontrar culpables, donde nadie se hace responsable de las víctimas que desenbocan en un río cuyo cauce se llena de sangre.

Antojito mexicano: Al más puro estilo potosino, una ponzoñosa víbora de cascabel bien asada.

Posibilidades de Ariel: A pesar de que en opinión de un servidor “Colosio” va a la cola de cada una de sus posibles nominaciones, bien pudiera ser la cinta que tiene posibilidades de colarse en bastantes categorías, las cuales se amplian si consideramos que se trata del taquillazo nacional del año, asi que no la descarte como Mejor película, director, guión, edición,diseño de arte, efectos visuales, efectos especiales y por supuesto su carta fuerte: Daniel Giménez Cacho en Mejor coactuación masculina por su interpretación de Joseph-Marie Cordoba, o que diga, “el doctor”.

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